CAREO DAMBORENEA-BARRIONUEVO ANTE EL JUEZ DEL CASO "GAL"
El ex secretario general de los socialistas de Vizcaya Ricardo García Damborenea aseguró, el 4 de enero en el Tribunal Supremo, que la "cúpula" del Ministerio del Interior y del PSE-PSOE acordaron en 1983 una estrategia de "guerra sucia" contra ETA. El ex ministro José Barrionuevo lo negó.
Ambos protagonizaron un careo ante el juez instructor del "caso GAL" Eduardo Moner en el que mantuvieron las versiones enfrentadas que ya sostuvieron anteriormente y tras el cual el juez mantuvo la situaci├│n personal del ex ministro, imputado en este caso y en libertad.
En el careo, aproximadamente de una hora y media, el juez apreci├│ "similar firmeza entre ambos" y fue calificado por varios abogados presentes de "fuerte y controvertido".
Según varios abogados presentes en el careo, Damborenea explicó que altos repsonsables del Ministerio del Interior y del PSE-PSOE mantuvieron diversas reuniones en 1983 y, en concreto, una en un hostal de la sierra madrileña de Guadarrama en la que acordaron una estrategia de "guerra sucia" contra ETA "siguiendo el modelo israelí", consistente en secuestrar a terroristas en el sur de Francia para ponerlos más tarde a disposición de las autoridades españolas.
García Damborenea dijo que a esa reunión asistieron, además de ellos dos, Rafael Vera, Ramón Jáuregui, José María Benegas, Julián Sancristóbal y Enrique Casas y que en la misma se decidió "por unanimidad" llevar a cabo acciones de este tipo.
El ex ministro, según las mismas fuentes, dijo que no recordaba esa reunión en concreto, pero admitió que hubo varias reuniones políticas en esa época en las que se trató el problema de la lucha contra ETA y negó que en esos encuentros se planteara ninguna acción ilícita.
Tras la diligencia, Barrionuevo se limitó a comentar a los periodistas que ambos se habían ratificado en sus posiciones anteriores y no quiso entrar en detalles sobre el contenido ni sobre la reunión de la sierra de Guadarrama mencionada por Damborenea.
En sus declaraciones, efectuadas primero ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y reiteradas después ante Moner, García Damborenea acusó a Barrionuevo de autorizar el secuestro de Marey. Damborenea reconoció que él mismo participó en la puesta en marcha de la "guerra sucia" contra ETA y admitió que, tras el secuestro de Marey, al que los mercenarios del GAL confundieron con el etarra Mikel Lujua, los responsables policiales de Bilbao le llamaron a él como "responsable político más a mano" para consultarle qué debían hacer ante ese error.
También aseguró que participó en una reunión en la que Julián Sancristóbal llamó por teléfono a Barrionuevo, quien le dijo que siguieran adelante con el secuestro.
El día 13 de diciembre de 1995, Barrionuevo dijo al juez Moner que nunca autorizó, consintió ni ordenó ninguna acción ilegal y que no tuvo conocimiento alguno del secuestro.
Éste era el tercer careo al que se sometía el ex ministro, quien ya había confrontado su versión de los hechos con el ex director de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, y con el ex jefe del Mando Único de la Lucha Contraterrorista, Francisco Álvarez.